Me levanté en el bosque y, nada mas abrir la cremallera de mi tienda, me encuentro dos cervatillos observándome entre la niebla a solo 5 metros de mi....alucinante¡.
Desayuno y recojo todo. La ruta muy monótona, discurre por carreteras secundarias entre bosques y pequeños pueblos que parecen deshabitados. Llego a Saint Quentin, ciudad muy bonita pero que paso rapidamente...no me apetece quedarme en una gran ciudad.
Ya llevo 100 kms y paro a ver la catedral de un pequeño pueblo llamado Noyon.Una señora muy amable me guarda la bici mientras veo la iglesia por dentro, cuando salgo me encuentro al parroco del templo que se interesa por mi viaje, a lo cual le explico la parte solidaria del mismo. Queda entusiasmado por el mismo,y me comenta que si no tengo sitio para dormir esa noche vaya a la abadia de Ourscamp, allí me alojaran.
Me dirijo hacia allí y entro. El sitio es un antiguo convento llevado por una orden de monjes. En el momento que llego estaban dando misa, espero a que terminen y se dirije hacia mi un monje, de momento sabía que necesitaba. El hermano Diego es argentino y lleva 12 años en Francia, me explica que una de las finalidades de su orden es acoger al peregrino y al viajero. Acampo en un jardín contiguo a la abadía, me ducho y cual es mi sorpresa que ademàs a la mañana siguiente habían dejado una bolsa con comida en mi tienda para desayunar.
Amanece con el cielo encapotado y mucho frio ....espero llegar o quedarme cerca de Paris, me separan 150 kms de la capital.
El día transcurre muy monótono entre urbanizaciones y carreteras comarcales. Llevo ya 90 kms y decido quedarme en un camping a 30 kms de Paris para llegar al día siguiente por la mañana.
Publicado con Blogsy
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